Ayer celebramos el Día de la Paz en el cole.
Durante la semana hicimos una varita y aprendimos una canción y una poesía.
Empezamos contando el cuento titulado: "La piedra de sopa".
En un pequeño pueblo, una mujer se llevó una gran sorpresa al ver que había llamado a su puerta un extraño, correctamente vestido, que le pedía algo de comer.
-"Buenas tardes, señora, ¿me da algo para comer, por favor?.
-"Lo siento, pero en este momento no tengo nada en casa"
-"No se preocupe, dijo amablemente el extraño, tengo una piedra en mi mochila con la que podría hacer una sopa. Si ud. me permitiera ponerla en una olla de agua hirviendo, yo haría la mejor sopa del mundo".
La mujer buscó la olla más grande y la colocó en la mitad de la plaza. Cuando el agua comenzó a hervir ya estaba todo el vecindario en torno a aquel extraño, que dejó caer la piedra en el agua y probó una cucharada exclamando:
-"¡Deliciosa!. Lo único que necesita son unas patatas.
La mujer trajo inmediatamente las patatas y el hombre probó de nuevo la sopa.
-"Ahora necesita una poca de carne".
Una voluntaria se acercó a su casa y echaron la carne en la sopa.
De nuevo probó la sopa y exclamó.
-"Está deliciosa, pero si tuviera algunas verduras sería espléndida".
Echaron cebollas y zanahorias y al probarla echó de menos algo de sal.
Al final pidió platos para todos y cada vecino trajo de su casa algunos junto con frutas y pan.
Se sentaron todos para disfrutar de tan buena comida, estando todos muy felices al compartir por primera vez todo lo que cada uno tenía.
El extraño desapareció en silencio y les dejó la maravillosa piedra que podrían usar siempre que quisieran para hacer la sopa más deliciosa del mundo.
AL COMPARTIR LO QUE TENEMOS NOS SENTIMOS MÁS FELICES.
Hemos pensado en palabras relacionadas con la paz para echar al puchero.
De entre todas se votó BESAR.
Ahora por grupos la fuimos decorando para que quedara bonita.
Después en el patio hemos cantado con el resto de los niños la canción: "La varita mágica de la paz" y hemos recitado la poesía.
Nuestro responsable del día, Enrique, fue el encargado de echar nuestra palabra al puchero de la paz.