Entonces, los gigantes, que estaban jugando con los niños del País de las Letras, gritaron asustados pidiendo socorro. Porque ellos sólo tenían miedo a una cosa, a las mariposas.
Ellos pensaron que querían asustarles intencionadamente y se enfadaron muchísismo y prometieron hacerles todo el daño posible a los habitantes del País de las letras.
Los reyes ordenaron que nadie caminase nunca hacia el País de los Gigantes. El mago Catapún ordenó a los gigantes que soplaran fuerte y mandasen un viento frío de invierno para que las letras enfermaran.
También ordenaron que nadie mirase hacia el País de los Gigantes para evitar catarros, anginas y pulmonías. Casi todos obedecieron, menos una letra que se despistó y se quedó mudita para siempre.
Decidieron mandar a la señora M a vivir a la montaña para que desde allí vigilase el País de los Gigantes y avisase en caso de peligro, sería vigilante y guardabosque.
La señora M decidió que lo mejor sería tener unas ovejas, unas cabras y una vaca. Tenía también un perro llamado Chispa para cuidar del rebaño.
Toda la familia vivía feliz en el campo y el señor P se dedicaba al cuidado de los animales, con la leche hacía queso, mantequilla y yogures.Estamos ensayando el baile de la señora M. Cada vez nos sale mejor. Seguiremos mejorando.
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